sábado, 10 de junio de 2023

junio 10, 2023

Herramientas simples y prácticas para despertar un interés genuino por esta asignatura.

Alfred S. Posamentier, Director Ejecutivo de Internacionalización y Programas Financiados en la Universidad de Long Island, ex decano de la Escuela de Educación y profesor de educación matemática en el Mercy College de Nueva York, asegura que mantener a los estudiantes entusiasmados, es una de las prioridades a la hora de enseñar matemática. Además, comenta en un artículo publicado en Edutopia, que para ser un docente efectivo en esta materia, es indispensable centrar la atención tanto en los estudiantes menos interesados, como en los más motivados.


Pero, ¿cómo se logra esto? El experto comparte técnicas, basadas en la motivación intrínseca y extrínseca, que pueden usarse para lograr este objetivo con estudiantes de secundaria (media). Al hablar de motivación extrínseca se refiere a las recompensas que están fuera del control de los alumnos; esto puede incluir recompensas simbólicas por un buen desempeño, el elogio, el reconocimiento por parte de los compañeros, evitar castigos, entre otros. Y con respecto a la motivación intrínseca, Posamentier explica que muchos estudiantes demuestran este tipo de motivación en su deseo de comprender un tema o concepto, superar o impresionar a otros. Teniendo en cuenta estos dos conceptos, el experto comparte estas técnicas que, por supuesto, pueden adaptarse según el nivel de los estudiantes o las necesidades:

1. Llamar la atención
Revelar a los estudiantes una brecha en su comprensión, potencia su deseo de aprender más. Para esto se pueden presentar algunos ejercicios sencillos relacionados con situaciones familiares, seguidos de ejercicios relacionados con situaciones desconocidas sobre el mismo tema. Cuanto más se revele la brecha en la comprensión, dice él, más efectiva será la motivación. En otras palabras, se trata de llamar la atención con respecto a un vacío en el conocimiento.

2. Logros en secuencia
Es clave mostrar a los estudiantes sus logros pero de manera secuencial. El objetivo es lograr que los estudiantes aprecien una secuencia lógica de conceptos. Esto difiere del método anterior en que depende del deseo de los estudiantes de aumentar su conocimiento. Un ejemplo de un proceso secuencial es cómo los cuadriláteros especiales conducen de uno a otro, desde el punto de vista de sus propiedades.

3. Descubrir patrones
Configurar situaciones que lleven a los estudiantes a descubrir un patrón, a menudo puede ser bastante motivador, ya que les interesa enormemente descubrir algo y luego asociar una idea. Un ejemplo podría ser agregar los números del 1 al 100. En lugar de sumar los números en secuencia, los estudiantes agregan el primero y el último (1 + 100 = 101), y luego el segundo y el siguiente al último (2 + 99 = 101 ), y así. Entonces lo que tienen que hacer para obtener la suma requerida es resolver 50 × 101 = 5,050. “El ejercicio les dará a los estudiantes una experiencia iluminadora con un efecto verdaderamente duradero. Hay patrones que pueden ser motivadores, especialmente si son descubiertos por el alumno, por supuesto, guiados por el maestro”, explica el experto.

4. Desafíos
Cuando los estudiantes son desafiados intelectualmente, comenta Posamentier, reaccionan con entusiasmo. Pero es importante tener mucho cuidado a la hora de seleccionar el desafío. El problema debe conducir definitivamente a la lección y estar al alcance de las habilidades de los estudiantes. Se debe tener cuidado para que el desafío no reste valor a la lección, y además conduzca a ella.

5. Resultados matemáticos
“Hay muchos ejemplos en el ámbito de las matemáticas que a menudo son contraintuitivos”, explica Posamentier… Y estas ideas pueden ser motivadoras. Por ejemplo, algo muy efectivo es una discusión en clase sobre el famoso problema del cumpleaños, lo que da una probabilidad inesperadamente alta de cumpleaños iguales en grupos relativamente pequeños. Eso les encanta.

6. La utilidad
Es vital hablar de la aplicación práctica de un aprendizaje. Por ejemplo, en geometría se le podría pedir a un estudiante que encuentre el diámetro de un plato donde toda la información que tiene es una sección del plato que es más pequeño que un semicírculo. Las aplicaciones elegidas deben ser breves y sencillas para motivar desde el inicio.

7. Matemáticas recreativas
Este tipo de matemática involucra rompecabezas, juegos e incluso el edificio de la escuela u otras estructuras cercanas y familiares para ellos. Una ejecución efectiva de esta técnica permitirá a los estudiantes hacer esto sin mucho esfuerzo. Una vez más, la diversión que generan estos ejemplos recreativos debe manejarse con cuidado, para no restar valor a la siguiente lección.

8. Historias
Hablar de un hecho histórico relacionado con la matemática puede motivar a los estudiantes. Pero los profesores no deben apresurarse mientras cuentan la historia: una presentación acelerada minimiza la motivación potencial de esta estrategia.

9. Participación activa
Es clave que los estudiantes participen activamente en la justificación de las curiosidades matemáticas. Un ejemplo: el hecho de que cuando la suma de los dígitos de un número es divisible por 9 , el número original también es divisible entre 9. Pero los estudiantes deben estar familiarizados y cómodos con la curiosidad matemática antes de desafiarlos a defenderla o justificar ésta.

Explotar la motivación de los estudiantes puede ser la fórmula perfecta para despertar un interés genuino, un interés que a su vez potencia las ganas de aprender y la efectividad en los procesos de enseñanza.
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